Concierto de Tchaikovsky
El concierto conto con la participación del director
Daniel Boico, quien nació en Israel, estudio dirección con Víctor Yampolsky,
trabajo en la Real Academia de Música, ha dirigido varias orquestas de
distintos países, entre ellas la Sinfónica Nacional de México y la Filarmónica
de la UNAM.
El
violinista Ryu Goto, Japonés, ha sido miembro de distintas orquestas de
diferentes países y realizado gran cantidad de presentaciones en varios países.
El concierto dio inicio con el Vals de Masquerade, esta melodía fue muy
linda, ya que comenzó siendo un poco lenta, con un delicado violín, sin embargo
después, empezó a elevarse de tono, convirtiéndose en una melodía rápida y
fuerte, muy alegre e intensa, despertando un lindo sentimiento de júbilo, utilizando
distintos en cierto tiempo se volvió a escuchar el violín con su delicado
sonido, pero sin perder la esencia de la melodía, terminando al empezar a bajar
el ritmo, aunque muy poco y cerrar de una linda manera.
Después de la melodía anterior llego al
escenario Ryu Goto, dejando a la sala totalmente impresionada con su actuación,
ya que interpreto con su violín algunas melodías de Tchaikovsky, tocando de
memoria, sin utilizar partituras, su presentación duro un prolongado pero
hermoso tiempo del concierto, en ocasiones la melodía era tan profunda y a
consecuencia de esto se sentía una atmosfera llena de tranquilidad y armonía,
el tiempo que el violín se escuchó hubo una gran armonía en la sala, Ryu
realizo una excelente presentación.
Al finalizar el intermedio se continuó con la
presentación con la presentación de La
noche de los mayas, en la cual el concierto de un giro completamente ya que
en esta parte se utilizaron instrumentos prehispánicos, los cuales se
escuchaban muy reales y transmitían la sensación de estar en el contexto prehispánico,
las melodías eran, fuertes, alegres y con mucho movimiento, y con esta parte prehispánica
se concluyó el grandioso concierto.
Me pareció un concierto muy hermoso, el cual valió
la pena, en lo personal no acostumbro a escuchar música clásica, pero este
concierto me transmitió muchas emociones, fueron melodías muy bonitas las
cuales eran distintas unas de otras pero cada una tenía su propia esencia, en
cuanto al violín me impresiono la forma en que Ryu lo tocaba, con una gran
dedicación, así como cada persona se esmeraba en tocar su instrumento, me gustó
mucho el concierto y creo que es una forma muy buena de relajarse. 
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